¿Habéis oído hablar del Blackview Omega?

Es uno de los teléfonos más
bonitos que he tenido entre manos, y he de recordar que han sido muchos. Hace poco me llegó del almacén para escribir una pequeña descripción del producto y la verdad es que es una gozada. Está construido en aleación de metales, tanto por delante como por detrás, y tiene un rebordeado de metal que permite un muy buen agarre. Además, no pesa casi nada. Es un teléfono ultra fino, de
7,2 mm de grosor.
En cuanto a sus especificaciones, quedaría catalogado en la gama media alta, con un procesador de
ocho núcleos a 1,7Ghz, 2 GB de memoria RAM y 16 GB de memoria ROM. La cámara del
Blackview Omega tampoco está nada mal. Cuenta con una cámara trasera de
18 MP (extrapolados, ojo) y una frontal de
8 MP. El autoenfoque del teléfono es más que decente, y el zoom óptico estimo que estará en 4x.
Si tengo que ponerle un pero, es su batería. El
Blackview Omega tiene una batería de
2100 mAh, suficiente para tirar un día a pleno uso, pero que
se me antoja a poco dadas las tendencias del mercado. Sin embargo, yo soy de los que no sueltan el teléfono en ningún momento. Esto ya depende del uso de cada uno.
Cuando le eché el test Antutu me dió alrededor de
31.000 puntos, para que os hagáis una idea.
De cualquier manera, lo más interesante de este teléfono es su estética, insisto. He podido probar muchos teléfonos desde que trabajo para
Comebuy, pero muy pocos me han gustado tanto.
Lo mejor:Su estética. Es precioso.
Sus especificaciones.
Sus dos potentes cámaras.
Su precio.
A mejorar:Su batería.
¡Poco más!
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